¿Por qué es imposible luchar contra la igualdad?

«un pueblo que antepone la igualdad a la libertad no tendrá ni una cosa ni la otra» Milton Friedman. Cuando hablamos de igualdad lo hacemos desde una perspectiva hipócrita e ignorante. La desilgualdad es una ley natural como la que dice que la tierra es redonda. El concepto de igualdad es cogido de las matemáticas, es decir, 2 más dos es igual a 4. Aplicar este concepto a las ciencias sociales es una temeridad que está haciendo mucho daño a la sociedad. Todos los humanos son desiguales en algo; unos hacen zapatos, otros dibujan, otros dan clases, unos son altos, otros bajos… y son las valoraciones subjetivas de estas desigualdades por los demás las que nos colocan en un escalón social. Véase un futbolista cuya desigualdad consiste en ser bueno manejando un balón lo que es muy valorado por la sociedad que lo retribuye con fama, reconocimiento y éxito. Luego tenemos a un profesor cuya desigualdad consiste en saber mucho de historia lo que no es igual de valorado que el jugador de fútbol. ¿le parece esto a usted injusto?

El resultado de todo esto es que hay gente que tiene más reconocimiento y dinero que otros. La típica escena de pobres versus ricos que lleva a mucha a gente a tachar de inmoral a la riqueza. Supongamos que intentaramos acabar con las desigualdades. ¿Qué tendríamos que hacer? pues algo tan imposible como lo siguiente: que todo el mundo tuviésemos las mismas características; es decir, que tuviéramos los mismos objetivos, misma sensibilidad, misma personalidad… es decir, un imposible.

Queda demostrado que la desigualdad es inherente a la naturaleza humana rica y diversa formada por individuos que se aportan los unos a los otros dichas desigualdades que son valoradas de forma subjetiva en función de los fines individuales dando lugar a un sistema donde los que están arriba poseen las desigualdades más valoradas por los demás. El problema viene cuando el que está en la cúspide no lo está fruto de las valoraciones subjetivas de los demás, sino fruto de la violencia institucional que roba a los ciudadanos con el objetivo de conseguir la igualdad, es decir quitándole a los ricos para dárselo a los pobres por la fuerza y no mediante la persuasión y la solidaridad.

No malgastes tu fuerzas luchando contra la desigualdad, más bien haz que tu desigualdad sea valorada por los demás y si eres una persona solidaria y no te gusta la pobreza combátela desde la voluntariedad, la solidaridad y no por la fuerza y el resentimiento.

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